No descubrí lo que quería hacer con mi vida hasta que no tuve 16 años. Fue entonces cuando unas montañas tan antiguas como el tiempo me oprimieron hasta darme cuenta de cuál es mi lugar en este mundo. Era como un ruido atronador que no podía escuchar con los oídos, pero sí con el alma, sea lo que sea eso. Desde entonces acudo a la Naturaleza, a las montañas, los árboles, las rocas, los bosques, las tormentas, el cielo estrellado como si fuera una droga, para revivir esa sensación fugaz de no ser más que una pequeña y prescindible parte de algo grandioso.
Hoy he podido revivir esa sensación sin salir de casa gracias a este vídeo, realizado como conmemoración del 50 aniversario de la “Wilderness Act”, una ley estadounidense promovida por “The Wilderness Society” y aprobada en 1964. Esta ley es considerada uno de los logros clave del conservacionismo en EEUU, por crear la primera definición legal de “wilderness”, es decir, “área salvaje”, casi demasiado poética para pertenecer a un texto jurídico:
“A wilderness, in contrast with those areas where man and his own works dominate the landscape, is hereby recognized as an area where the earth and its community of life are untrammeled by man, where man himself is a visitor who does not remain.”
(“Un área salvaje, en contraste con aquellas áreas en las que el hombre y sus obras dominan el paisaje, es reconocida como un área donde la tierra y su comunidad biológica no se encuentran limitadas por el hombre, donde el hombre mismo es un visitante que no permanece.”)
Aquí os dejo la transcripción y la traducción del mismo, por si la necesitáis, ya que verdaderamente merece la pena entender bien todo lo que dice:
“Wilderness is not a luxury, but a necessity of the human spirit
The greatest wonder is that we can see these trees and not wonder more.
Mountain parks and reservations are useful not only as fountains of timber and irrigating rivers, but as fountains of life.
Wilderness is a resource which can shrink but not grow. The creation of new wilderness in the full sense of the word is impossible.
Thousands of tired, nerve-shaking, over-civilized people are beginning to find out that going to the mountains is going home, that wilderness is a necessity.
The idea of wilderness needs no defence, it only needs more defenders.
We simply need that wild country available to us, even if we never do more than drive to its edge and look in.
We can have wilderness without freedom. We can have wilderness without human life at all. But we cannot have freedom without wilderness.
Wilderness is the raw material out of which man has hammered the artefact called civilization.”
(“La Naturaleza salvaje no es un lujo, sino una necesidad del espíritu. La maravilla más grande es que podamos ver estos árboles y no maravillarnos más. Los parques y las reservas naturales son útiles no sólo como fuentes de madera y ríos para regar, sino como fuentes de vida. La Naturaleza es un recurso que puede reducirse, pero no aumentar. La creación de nueva naturaleza en sentido estricto de la palabra es imposible. Miles de personas cansadas, estresadas, demasiado civilizadas están empezando a descubrir que ir a las montañas, es ir a casa, que la naturaleza salvaje es una necesidad. La idea de Naturaleza no necesita defensa alguna, sólo necesita más defensores. Simplemente necesitamos ese país salvaje y natural disponible para nosotros, aunque sólo lleguemos a conducir hasta su límite y observarlo. Podemos tener naturaleza sin libertad. Podemos tener naturaleza sin vida humana. Pero no podemos tener libertad sin naturaleza. La Naturaleza es la materia prima de la que el ser humano ha forjado ese artefacto llamado civilización.”)
Las palabras son de Edward Abbey, Aldo Leopold, Ralph Waldo Emerson, John Muir y Wallace Stegner.
Esta es la historia de por qué creo en la defensa del medioambiente, ¿cuál es la tuya? : )

Imágenes:
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