Os pido disculpas de antemano, pero voy a empezar esta entrada con una divagación un poco filosófica. Veamos. Yo solía ser un tanto escéptica sobre todo esto de los días internacionales de cosas hasta que entré en Twitter. En ese mundo paralelo que es la red social, cada día internacional se inician conversaciones y estallan discusiones (unas más enriquecedoras que otras) sobre temas de los que, de otra forma, no se hablaría con ese interés. Es obvio que la gente interesada en una problemática concreta dedica más de un día al año a hablar de ello, pero lo interesante de los días internacionales es su capacidad para incitar a toda la población (o gran parte de ella) a tomar parte en la conversación, enriqueciéndola.