El simple hecho de comerse una manzana puede tener una huella ecológica considerable. Mira la etiqueta. Quizá, si estás en España, esa manzana haya viajado desde Chile hasta tu mano. Increíble, ¿verdad? Pero es lo único que se puede hacer si quieres comerte una manzana en cualquier época del año. Algo parecido pasa con prácticamente todo lo que consumimos, desde electricidad hasta ropa, pasando por productos electrónicos…